Renovar tejados de casas de campo
La cubierta es una de las partes más importantes de cualquier vivienda, pero esto es especialmente cierto cuando hablamos de rehabilitación de casas rurales. Se trata de aquéllo que nos cubre y protege frente a la lluvia y la intemperie, y no en vano hay un dicho que habla sobre "un techo bajo el que cobijarse"... Las cubiertas de las casas de campo y casas rurales a restaurar suelen estar en su mayoría, en bastante mal estado, y rehabilitarlas de forma eficaz (siempre respetando su autenticidad) es algo clave en la reforma de una casa rural.
Lo primero que hay que vigilar es el entramado portante, es decir, las vigas y los cabrios que conforman la estructura de soporte. La madera ha de estar en perfecto estado, sin carcoma ni signos de pudrición; se recuperarán en lo posible las piezas originales, y las que no se puedan aprovechar se sustituirán por piezas similares de madera tratada y resistente. Sobre esta estructura suele ir una cubierta de paneles hidrófugos (que repelen el agua) o de paneles sándwich, con el interior visto a base de maderas machihembradas, yeso laminado, etc.
Bajo los paneles hidrófugos e coloca un aislante, como lana de roca o similar, y el interior se reviste con yeso laminado o madera. Por encima se pone ya directamente el rastrelado o placa ondulada sobre el que irán las tejas propiamente dichas. Las tejas antiguas conviene recuperarlas, y colocarlas después intercaladas en el nuevo tejado, compartiendo espacio con tejas nuevas del mismo tono y tamaño. Esto se refiere principalmente a teja curva; las tejas mixtas, que se colocan sobre cubiertas con rastreles de madera, son más modernas.