Refrescar las viviendas instalando toldos

Aunque a estas alturas, en los lugares más cálidos casi todo el mundo se plantea instalar un equipo de aire acondicionado, también conviene saber que los toldos son una excelente manera de minimizar el calor en los hogares, de forma completamente ecológica y eficiente. Un toldo de buena calidad debidamente colocado puede llegar a reducir el calor en las viviendas en una proporción de hasta un 20%, lo que los convierte en la solución perfecta para casas situadas en lugares no demasiado calurosos. Además, también pueden servir para disminuir considerablemente el uso del aire acondicionado, ahorrando asi una buena cantidad de energía y euros.

Antes de instalar un toldo hay que tener en cuenta la longitud del espacio que vamos a sombrear, la salida del toldo (su tamaño después de desplegado) y el ángulo que hace con respecto a la vertical de la fachada (inclinación). Además, bajo el nombre de línea se conoce al ancho de la lona, un dato fundamental a la hora de calcular el precio del toldo. También es importante tener en cuenta el sistema de apertura. Si no queremos gastar mucho dinero podemos optar por un sistema manual, pero los motorizados son más cómodos y pueden adaptarse a la domótica de la vivienda, si la hubiera. Incluso existen motores con sensores de luz, que se accionan cuando el sol incide sobre ellos.

Algo muy importante es conocer los distintos tejidos y su capacidad de protección solar. Dependiendo de la zona en la que se resida y del grado de incidencia de luz solar que reciba la casa (algo que depende de la orientación del edificio y de la climatología), será necesario un toldo com mayor o menor factor solar. El factor solar es el número que indica el calor que determinado tejido transmite a los espacios que protege. Cuanto más bajo sea el factor solar de la tela, mayor protección brindará. A modo de ejemplo, un tejido con factor solar de 0,2-0,3 evita el acceso del calor en un porcentaje de entre el 70 y el 80%.
 
Imagen: Clearview.