Humedades en las paredes: cómo atajarlas

La humedad es uno de los problemas más comunes en las viviendas, sobre todo en las que tienen ya unos cuantos años o están ubicadas en zonas donde llueve con frecuencia, están cerca del mar o las temperaturas son frías. Lo peor de las humedades es lo complicado que es erradicarlas y evitar que vuelvan a salir las manchas. Lo mejor en cualquier caso es acudir a un profesional de confianza y con todas las garantías; y en HAZMEPRECIO.com te ofrecemos la mejor vía de comunicación para que localices a los más adecuados, al mejor precio y cerca de tu vivienda.

Las humedades pueden ser de tres tipos: por capilaridad, por filtración y por condensación. Las peores son las de tipo capilar, ya que su causa es las más complicada de eliminar. Aparecen cuando la humedad asciende desde el subsuelo a través de los capilares de los cimientos (hechos de cemento), y surgen en forma de manchas oscuras en la pared que pueden dar lugar a moho y a eflorescencias. Para erradicarlas se pueden emplear sistemas a base de ósmosis inversa, pero también hacer barreras químicas inyectando productos endurecedores a cierta distancia del suelo y a intervalos regulares, mediante inyección o con tolvas que vayan depositando dichos productos hasta la saturación de los capilares.

Las humedades por filtración son más fáciles de evitar; basta con sellar las fisuras o huecos por los que entre el agua del exterior. A veces, la humedad se filtra también por los poros de los ladrillos, piedra u hormigón, y entonces hay que revestir las fachadas y las cubiertas con materiales impermeables. En cuanto a las humedades por condensación, se producen al condensarse la humedad presente en el aire en forma de vapor de agua dentro de las viviendas; la mejor forma de evitarlas es colocando un aparato deshumidificador en las estancias afectadas.

Imagen: Destinourbe.com.

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