COMO SE RECARGA UN APARATO DE AIRE ACONDICIONADO

Mantener el nivel adecuado de refrigerante en el equipo de aire acondicionado resulta imprescindible para conseguir un buen funcionamiento del sistema así como para asegurar su eficiencia energética. Pero, ¿cómo se lleva a cabo la recarga y qué pasos previos se deben seguir antes de ella?

Lo más recomendable, seguro y cómodo es solicitar asesoramiento profesional para que sea un técnico quien se encargue del procedimiento. Será él quien determine si es necesaria la recarga o si, por el contrario, la máquina registra algún fallo por otras causas.

Comprobar el sistema, lo primero

Resulta fundamental, antes de nada, comprobar el sistema y realizar el mantenimiento general (cambiar el filtro de aire y limpiar el evaporador y el circuito de condensación). Se debe verificar que no existen atascos u óxido en el ventilador principal, así como el correcto funcionamiento del ventilador del condensador. También se ha de inspeccionar el estado del resto de componentes del sistema (controlando que no se produzcan goteos en algún conducto, que no falte aislante y que las conexiones eléctricas están correctas).

La recarga del equipo, paso a paso

Consultar el manual del usuario (que se suele encontrar en el interior de la caja de conexiones) es el primer paso que se debe llevar a cabo para conocer el tipo de refrigerante que utiliza el sistema.

En el momento en el que se vaya a efectuar la recarga la primera pauta es apagar el equipo desde el termostato y, a continuación, desconectarlo totalmente de la electricidad. A continuación, con la unidad apagada, se conectará el medidor de presión según las instrucciones del fabricante para, después, encender el aparato y esperar en torno a unos 15 minutos para efectuar la lectura de los medidores y comprobar si la máquina deberá recargarse o no.

Si se debe llevar a cabo la recarga, ha de conectarse el tubo desde el medidor de presión hasta el envase a presión del refrigerante en posición vertical para, acto seguido, ir añadiéndolo en cantidades pequeñas mientras, poco a poco, se comprobará la presión y temperatura hasta que los niveles sean los normales recomendados para su equipo según el fabricante. Para finalizar, se deberá supervisar un ciclo de enfriado completo para apagar el sistema y desconectar los medidores.

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