Cómo pintar un radiador: la técnica y los productos

Para pintar radiadores, en primer lugar deben estar muy limpios y sin grasa. Si están pintados o lacados, hay que lijar la pintura con lija del nº 180 para dejar la superficie áspera y que reciba bien el nuevo acabado (se puede emplear una lijadora delta, pero es más práctico hacerlo a mano para llegar a todos los rincones). Si se trata de modelos de hierro fundido, primero habrá que aplicar una imprimación especial o utilizar una pintura anticalórica del tipo DTM (Directa al Metal).

A continuación es el momento de pintar la superficie. Lo más indicado es gastar un poco más, y utilizarunesmalte especial que resista el calor (la casa Bruguer tiene incluso un producto especial para radiadores), como por ejemplo un esmalte-laca sintético anticalórico. Si se trata de modelos de hierro fundido, primero habrá que aplicar una imprimación especial o utilizar una pintura anticalórica del tipo DTM (Directa al Metal).

Para conseguir un buen acabado se aplican dos manos, dejando secar entre ambas, con una brocha plana de buena calidad; el interior es más complicado, y es necesario utilizar una brocha acodada, sin la cual es imposible alcanzar todos los rincones. Otra estupenda opción, aunque algo más cara, es utilizar esmaltes sintéticos en aerosol.

Cuando los radiadores empiecen a funcionar probablemente desprenderán olor durante unos días; en esos momentos es recomendable mantener las estancias ventiladas.

Imagen:
Casa original.

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