Cómo escoger un buen acristalamiento
A día de hoy, quien cambia o coloca las ventanas de su vivienda cuenta ya con que el acristalamiento debe ser doble para obtener un máximo de aislamiento y confort en el hogar. También existen ventanas con triple acristalamiento, aunque lo cierto es que para lugares como almacenes, garajes o trasteros puede bastar con un acristalamiento sencillo. Escoger el tipo de cristal y la estructura de los paneles es algo muy importante si queremos obtener el máximo aislamiento, tanto térmico como acústico.
La estructura de las hojas de las ventanas es sencilla: se trata de un marco que sujeta las dos hojas de vidrio, dejando una cámara de aire con un mínimo de 12 mm de espesor y que suele estar rellena de gas. Cuanto más gruesa sea la capa de aire, mejor; 14 mm son una opción más que aceptable. Lo normal es que el espacio contenga alrededor de un 84% de gas (argón, kriptón o SFG), pero para climas extremos en cuanto a frío o humedad, conviene buscar ventanas con hasta un 98% de gas en su interior.
El grosor de los vidrios es otro aspecto importante a tener en cuenta. El espesor mínimo suele ser de 4 mm, y lo mejor es que la hoja que da al exterior de la vivienda sea más gruesa que la interior. Una ventana de muy buena calidad puede ser de 4/15/5, lo que significa que el cristal interior es de 4 mm, la cámara de aire tiene 15 mm y el vidrio exterior es de 5 mm.
A la hora de cambiar los cristales de las ventanas de una vivienda, es recomendable consultar los Planes Renove de las Comunidades Autónomas. Actualmente los hay vigentes en varias zonas, y para acceder a las ayudas hay que gestionarlas directamente a través de la empresa instaladora (hay listados oficiales en Internet). Si sólo vamos a cambiar los cristales, respetando los marcos, las ayudas rondan los 20-24 €/m2.
Imagen: Jyfdm.