AVERIAS FRECUENTES DEL AIRE ACONDICIONADO
Algunos percances en los sistemas de aire acondicionado se evidencian inmediatamente después de su instalación, mientras otros se desencadenan a través del tiempo. ¿Sabes cuáles son los más frecuentes y cómo solucionarlos? ¡No pierdas detalle!
Las averías más habituales en un aparato nuevo suelen ser el deterioro de alguna válvula así como el pinchazo del radiador. Al tratarse de percances que suelen hacerse patentes tras la colocación del sistema la solución radica en hacer valer la garantía del electrodoméstico para la reparación y/o sustitución de las piezas dañadas sin representar ningún coste adicional para el usuario.
Con el paso del tiempo…
Otro tipo de problemas son aquellos que se producen tras años de funcionamiento del sistema. Uno de los más recurrentes suele ser la pérdida de gas. En este caso, el arreglo consistiría en parchar la fuga mediante la utilización de alguna masilla cuando se trate de pequeñas fisuras, mientras que si el escape es importante la mejor medida sería la reposición de las tuberías afectadas.
En ocasiones, las averías se pueden anticipar si se presta atención a una señal sonora similar a un silbido. Este sonido suele producirse tras el encendido de un Split y no siempre se traduce en una incidencia, puesto que los expertos señalan que, a veces, no es más que el efecto en la válvula de expansión de la fluidez del gas. Sin embargo, ante la duda, conviene mantener la atención a este tipo de ruido, sobre todo si se incrementa su intensidad, y consultar con un técnico para que lleve a cabo la revisión del aparato. Quizás pueda indicar una carga insuficiente del líquido refrigerante y esté relacionado con una fuga que exija una reparación y una posterior recarga del equipo.
Los equipos de ventana pueden presentar inconvenientes relacionados con los ciclos de encendido y apagado. Sobre todo, en los casos en los que el cable es de un calibre estrecho y el consumo de corriente elevado, ya que se incrementa el riesgo de un sobrecalentamiento que, incluso, puede llegar a provocar la disolución de este elemento y producir algún cortocircuito que estropee el encendido.